El burrito es ese rollo de harina que tanto nos gusta y al que podemos agregar todos los ingredientes que queramos. Dependiendo de dónde lo sirvan o de quién lo pida, el interior de los burritos puede sorprendernos por su gran variedad de ingredientes. Además, actualmente es una de las recetas más populares del norte de México y de los restaurantes de tacos, sobre todo en Estados Unidos, donde incluso se celebra el Día Nacional del Burrito el 5 de abril. Sabemos cómo es, qué puede llevar, pero… ¿por qué se le llama burrito?
Para arrojar luz a esta pregunta, tenemos que remontarnos a finales del siglo XIX. En 1895 se registró la primera referencia bibliográfica del burrito en un diccionario de mexicanismos publicado por Félix Ramos y Duarte, un escritor cubano exiliado en México. En el mismo se define como “una tortilla arrollada, con carne u otra cosa dentro” y que, además, se indica como referencia de origen “Guan” (abreviatura que se refiere al estado mexicano de Guanajuato).

- Pomodoro ·
Descubre la gastronomía italiana con toques TexMex
Sin embargo, se cree que el origen real no llegó hasta dos décadas más tarde durante la Revolución Mexicana (1910-1917), cuando Juan Méndez, un vendedor callejero tuvo la idea de vender comida envuelta en una tortilla ya que era la forma más práctica de comer al no necesitar ni plato ni cubiertos y porque permitía mezclar diferentes ingredientes en su interior. ¡Y qué gran idea! A día de hoy, sigue siendo una de las recetas preferidas para quienes quieren comer bien y variado (y ensuciar poco).
Siguiendo con la historia, también tiene mucho que ver la presencia en la misma de un animal: el asno (o burro). El vendedor callejero, sorprendido por el éxito de su idea, tuvo que cocinar muchas más tortillas enrolladas y repartirlas por toda la ciudad. En ese momento solo contaba con este animal como vehículo para trasladarse y repartir la comida que vendía. Así se ayudó del animal para abastecer a la ciudad con su producto.

En el libro Taco USA: Cómo la comida mexicana conquistó Estados Unidos, Gustavo Arellano (su escritor), cuenta también que el vendedor llegó a cruzar la frontera hacia El Paso en el animal. Años después, también se popularizaron en los Estados Unidos (y de ahí el libro). Aunque taco y burrito realmente tienen una gran diferencia: mientras que el taco está abierto, el burrito está cerrado (y así los ingredientes se conservan mejor en su interior mientras le vas hincando el diente).
Donde también puedes hincarle el diente al burrito es en el restaurante de Pomodoro donde toda la carta está a 3,90€. Después de conocer la bonita historia del vendedor ambulante de burritos, cuando vuelvas a comerlo, seguro que te acordarás de él. Después de todo, y como apuntan todas las teorías sobre su origen, se lo debemos a él.